Hoy es el cumpleaños de una de las personas a las que más quiero en este mundo. Y contando con los dedos, hoy empieza a vivir sus 45 años, de los cuales hemos compartido con más o menos tiempo todos los años que yo he vivido ya que me conoce desde pequeñaja.
Mis recuerdos son paellas en su jardín en primavera, mientras brotaban las flores y los árboles que con tanto cariño ha cuidado siempre. Cocidos inmensos en invierno entre risas, charlas y abrazos, mientras los gatos ronroneaban bajo los radiadores.
La última vez que lo vi, paseamos por el Jardín del los Ausentes en El Retiro, me iba diciendo los nombres de todas las plantas y florecillas que allí habían plantado. Su curiosidad de siempre y su pasión por las plantas le hacían mirar y tocar delicadamente con sus enormes manos de largos dedos, los brotes nuevos que estaban saliendo y preocuparse de si crecerían bien o no. Atisbar el Monte y su engranaje oculto para ver como se regaban los cipresés. Y es que su pasión por encima de todo son las plantas.
Con él los silencios nunca son incómodos, porque podemos pasarnos horas sólo mirándonos o mirando delante de nosotros ver la gente pasar ideando cada uno una historia y luego reirnos de nuestra inventiva. Y cuando hablamos parece que nos faltan las palabras, que nunca tenemos tiempo suficiente, que siempre parece que los minutos se nos escapan, teniendo que dejar las conversaciones a medias porque la luna nos dice que hemos de despedirnos.
Espero seguir compartiendo con él muchos silencios más, muchas sonrisas más. Muchos años más. Porque sé que le seguiré queriendo todos esos años que sigamos existiendo sobre este planeta... incluso en otro mundo y en otra vida, lo seguiré amando y sé, que él me seguirá queriendo.
Hay amores que no se construyen a base de besos, caricias y sexo...
¡¡¡FELICIDADES CARLOS MANUEL!!!