30 julio 2006

24 julio 2006

La fragilidad de las cosas... (editado)

Hay cosas en la vida
mucho más frágiles
...
La verdadera frase que me sugirió la imagen era...
La amistad es demasiado frágil
para mantenerla siempre intacta.
hoy la encontré escrita en un cuaderno
lo bueno que tienen los papeles
es que a veces se traspapelan o se pierden...

20 julio 2006

18 julio 2006

Somos marionetas en la vida de otros...?

MART-INI desde el blog de BITO propuso un juego, que yo pongo aqui porque si, porque me apetecía participar y por si alguno más se quiere apuntar al evento literario.

Se habían conocido en un tiempo que ahora se había perdido en su cabeza llena de serrín. La carcoma parecía invadirlo todo y a cada mordisco olvidaba un recuerdo, una sonrisa, un abrazo, incluso dejó de oír su voz cuando sus orejas desaparecieron. Hubo unos días en que le dio su tiempo, dejaba pasar los minutos, equivocándose en ocasiones y volviendo con la cabeza gacha, como un perro, pidiendo perdón, anhelando sus horas. Antaño por sus venas corría sangre, la misma que se fue coagulando por cada mirada perdida, la misma que habría derramado sólo si se lo hubiera pedido. Iba donde estaba, callaba esperando; pues un solo roce de su mano bastaba para que obedeciera sin rechistar, para tranquilizar su corazón dolido. Cuando su verde mirada se tornaba en gris tormentoso paraba de respirar aún sabiendo que era doloroso, pero los gritos eran más duros, a veces, que el silencio y los golpes sólo grietas que cuartearían su cuerpo. Concentró todos sus bienes, todos sus miedos en un crisol de soledades para entregárselo y fue expuesto en la misma vitrina que sus otros trofeos para ser relegado, tiempo después, a la sombra del olvido. Pero seguía inerte a su lado, sin poder compartir más que los segundos que quisiera otorgarle, pero no rogaba porque eso se convertiría en desprecio. Su boca se fue cosiendo con mentiras hasta que olvidó el sonido de las palabras y se centró en su propio silencio. Ya no había buenos días ni buenas noches. Sus brazos, remanso de calores fortuitos y fríos nostálgicos en las noches de espera se quedaron vacíos y sus manos huecas borraron de su memoria la capacidad de moverse, de agarrar y de desgarrar renglones dormidos de cariño. Se arrinconó en la oscuridad de una esquina esperando como siempre que una mirada sorprendiera sus sueños, se adentrara en ellos para compartirlos. Pero esa mirada estaba puesta en otros lances, en otras risas, no le importaba, nunca le habían importado esas infidelidades que no consideraba como tales; el tiempo cambiaría y el sol derramaría de nuevo su luz teñida de tinieblas sobre los pasos que habían andado y que ahora parecían no dejar huellas. Esperó que las palabras brotaran de nuevo, pero su cabeza ya no las reconocía. Ya no sentía sus pies ni sus manos, ya no sentía latir su corazón amalgamado de órdenes que sólo obedecía cuando movían los hilos que ahora sujetaban su cuerpo y su alma. Mandaba y obedecía si se requerían sus servicios. Había sacrificado su cariño, su vida, la cordialidad que los había unido, en un tiempo lejano, en pos de una amistad mal entendida, pero seguía allí a su lado. Tocón de piel que se fue confundiendo con el suelo hasta formar una misma textura, unas mismas raíces, una misma semilla. Habría querido huir, pero ya no podía moverse del suelo. Allí había amarrado todo el significado de sus vidas, que era pisoteado al vaivén de sus pasos sin importar si deshacía el mapa de sus recuerdos, guardados como lágrimas que no deberían haber brotado nunca. El polvo acumulado en su cabeza ya no hería sus ojos que habían dejado de ver. Se había convertido en una marioneta de su vida, se había transformado en algo inerte e inservible a sus ojos y el dolor de volverse de madera, olvidando los recuerdos, era insuperable al dolor de la pérdida de un ser humano. Porque había sacrificado sus cinco sentidos ahora convertidos en hilos de sangre.

16 julio 2006

Mi vida en un hospital...

Sólo unos minutos para deciros que he pasado otro finde en el hospital... que esto no acaba, aunque lo estemos deseando. Son ya casi tres semana o más en la que he andado ausente de casi todos. Pero que volveré a charlar con vosotros, con todos, que yo también os echo de menos aunque no lo parezca. A veces Chico Sano yo también os necesito; mucho, pero soy como soy y me lo trago todo (y no vale ser mal pensados) y prefiero mantener las distancias, a veces se está sin estar y por eso es mejor mantenerse, durante un tiempo, al margen.

Sé que estáis ahí, quizá no sois todos los que estáis o no estáis todos los que sois, pero sois y estais.

Gracias a mi Terapeuta particular por estar. Gracias a Naxo por preocuparse aún estando de vacaciones. Y gracias a los médicos por estar y preocuparse... al fin y al cabo es su trabajo.

Y ahora os dejo de nuevo hasta... pronto, que he de descansar un poco para volver al hospital a pasar la tarde.

BESOS A TODOS LOS QUE ENTRÁIS EN ESTE PATIO PARTICULAR!!!

13 julio 2006

Error 404!!!!...

Sin tu permiso enlazo tu post porque me ha encantado, hay ciertas partes que no coinciden pero en otras... yo no habría encontrado mejor manera de expresarlo ¿quien no se ha sentido así alguna vez con un amigo, con un amor... con quien comparte nuestro tiempo?

12 julio 2006

CSI...

El lunes, como casi todos los lunes vi CSI, me encanta esa serie, me gustan sus protagonistas, me engancho a las tramas aunque muchas veces sean repetitivas, lo pasé bien jugando al juego de ordenador de su mismo nombre cuando salió y me lo compré. Así que este lunes estaba expectante. Anunciado hasta la saciedad, el capitulo esta vez estaba firmado por Tarantino. Mira que a mi Tarantino ni fu ni fa… más bien fa. Creo que de todas las películas que he visto suyas, ya sea como director, productor, actor, etc, etc la única que me ha gustado ha sido Abierto hasta el amanecer y porque iba de vampiros y aparecía Clooney. Reservoir Dogs me pareció violeinta, creo que ni la vi entera, Pulp Fiction me aburrió soberanamente. Desperadomejor ni hablar de ella :S Asesinos natos, es violenta, si, pero me gustó… quizá por tener poco de Tarantino.

Y ahora he de decir que el capítulo de CSI me emocionó, me puso literalmente los pelos de punta, hacía mucho que no me estremecía viendo una serie. Normalmente hago mil cosas mientras veo la tele, pero esta vez estaba pegada a la pantalla sin poder casi respirar. Tantos detalles, todo tan bien hilado, esa sensación de claustrofobia, de soledad, todo ese tiempo intentando luchar por tu vida sin perder la esperanza de ser encontrado; rescatado y al final es tú propio cerebro, ese que has intentado dominar y doblegar, quien se rebela por la falta de oxígeno, para él sólo es importante dejar de sufrir y te mandará todas las señales posibles para que acabes con tu vida, con tu sufrimiento.

Por otra parte el darle a los compañeros de Nick la oportunidad de verlo enterrado vivo, sin saber donde está y con el tiempo en su contra. Cuando se te muere alguien de improviso sientes una pena que no se termina de curar del todo. Pero cuando sabes que puedes hacer todo lo posible para salvar a esa persona pero en el fondo no sabes nada, los nervios te vuelven casi tan loco como al enterrado. La impotencia de todos, agarrándose a pistas, desgranando cada palabra, cada huella. La voluntad del duro de Warrick incluso sus lágrimas por el amigo que perderá. El orgullo de Catherine rebajado para pedirle a su padre el dinero del rescate. Los conocimientos de Grissom tanto de bichos como haber tenido que aprender de joven el lenguaje de los sordomudos y poder leer los labios de Nick. La inmutabilidad de Sara, a la que las cosas la afectan tanto que se queda encerrada en su mundo procesando información que luego servirá. La explosión del secuestrador llenando de pedacitos el establo donde está y miles de billetes volando. Esos que dejan de ser importantes. Nick es el que necesita de todas sus fuerzas, necesita un equipo unido, necesita unos amigos que luchen por el.

La historia tiene fallos… unos cuantos, pero hay que reconocer que la atmósfera creada, la angustia, el rompecabezas, incluso las hormigas devoradoras que como la marabunta se ciñen al cuerpo de Nick para comérselo vivo, ese te vamos a sacar pero dentro de un momentito… tienen su encanto.

10 julio 2006

Conociendo gente nueva...

Hace días que no escribo, porque no tenía nada que contar, no ha habido fiestas, ni salidas, ni festejos, ni sorpresas, sólo aburridas tardes de hospital, que creo que acabaron ayer después de casi una semana.
Entre medias de tanto antiséptico, el miércoles fue un día con sorpresas inesperadas, fue como una bocanada de oxígeno; esa que te hace falta cuando te ahogas. Sabía que Naxo pasaría por Madrid, sabía que no podía irse sin que nos viéramos, ya que llevábamos hablando de ello desde hacía semanas, pobre… la de llamadas que me hizo y yo desconectada, la de llamadas realizadas y mensajes para poder concretar el sitio del encuentro; al final quedamos en el Acuarela, a él le gusta y a mi también. Pensaba encontrarme a un chico con camiseta roja de tirantes :P pero no, iba con una camisa amarilla, unos vaqueros con rotos y unos zapatos blancos de punta. Nos vimos de lejos, nos saludamos como si nos hubiéramos visto la semana anterior y tuviéramos que contarnos muchas cosas, pasamos horas y horas hablando de unos temas y otros. Cinephilus al final no pudo venir, está inmerso en los libros, estudiando ¡¡que tengas suerte en las oposiciones!! Al menos con el segundo examen, que ya vi la “extraña” nota del primero. Naxo me dijo que por la mañana se había encontrado con J. H. así, de casualidad, mientras paseaba y había quedado con él para vernos por la tarde. J. H. a su vez había quedado con Efesor. Al final sin quererlo fue una mini quedada. J. H. con ese aspecto de vampiro serio que tiene es un tío encantador, todo el rato haciendo muecas, todo el rato haciendo fotos… se parece a mi. Por cierto, habrá que leerse el libro de El cuaderno de Bruno, no lo dudes, lo leeré y espero que ese de vampiros salga a la luz pronto, que me encantará leerlo. De Efesor no hay que dar muchas pistas y menos poner fotos de él, nos lo ha prohibido, no... si se parece a uno que yo me sé… También anda en pos de sus sueños y de lo que le gusta ¡ánimo con el corto! Ya nos contarás que tal el montaje. Y de mi Naxo… que decir… que tiene una de las sonrisas más bonitas que me he encontrado últimamente; franca y limpia ¡¡ayyy lo que hace la juventud!!! ja ja ja, es gracioso, divertido, amable, coqueto, un encanto de crío, tendrá su punto malo, como todos, pero yo no lo he visto. Después de unas cuantas cervecitas en el Acuarela, bajo la mirada atenta del ángel desnudo fuimos a buscar a A. el novio de J. H. que estaba durmiendo; un chico guapísimo y con unos ojos preciosos, que hubiera seguido de fiesta pero no pudo ser, al día siguiente madrugaba... y mucho, además de tener que coger el avión, luego trabajaba todo el día. De ahí a cenar que ya había hambre. Un kebap, parece que no les caímos en gracia a los del local, o igual es que son así de bordes siempre, pero nos daba igual ya que guarreamos de lo lindo y nos reímos aun más. Después una cervecita en un sitio tranquilo y acogedor, más fotos, más risas y una despedida de teatro, ja ja ja… Nosotros tres fuimos al gris, aún era pronto para irse a dormir. De ahí deambulamos por las calles de local en local, para ser un miércoles había poquísima gente, se nota que las vacaciones han empezado para algunos. La mitad de los locales vacíos o con dos o tres personas. Finalmente acabamos en uno que no estaba lleno, pero al menos no estuvimos solos… y hasta ahí puedo escribir… ;)
Nos despedimos, creo, a la hora en la que A. tenía que estar levantándose para emprender viaje de regreso. Dejamos a Naxo en un taxi, Efesor se cogió su búho y yo él mio.

Fue una tarde estupenda y una noche divertida, por todo lo escrito y por lo no escrito pero sabemos que paso ;) un beso a los 4, a mi margarita particular uno muy muy grande y espero que el próximo encuentro sea en Zaragoza.

Iba a poner una foto, pero no me deja subirla :S era un collage precioso con un trozo de cada uno.
Ya lo intentaré

07 julio 2006


Sabrás que has dejado de amar a un hombre/mujer,
cuando empieces a llorar por otro/a.