27 enero 2006

Derrota...

No contaba con poder caer desde aquella altura que su corazón había alcanzado, ni sabía si él mismo podía ahogarse en sus propias lágrimas; tal era el dolor de lo perdido que ni las zarzas enmarañadas del jardín podían detener sus pasos en aquella carrera frenética, en la que las espinas se hincaban en su piel, arrancando surcos rojizos que impregnaban el verde esmeralda. Aquel no era un daño comparable; su carne se volvería a cerrar dejando sólo cicatrices que el tiempo borraría y sólo serían un recuerdo. Su mente estaba mucho mas dolorida, su corazón más maltratado y su alma se perdía en el sufrimiento derrotado de quien ha dejado de luchar aún queriendo hacerlo con todas sus fuerzas. Pero aquellas también lo habían abandonado. Las heridas habían sido las caricias otorgadas en las noches del crudo invierno, en un cuerpo que quería despertar a una pasión sin límites. Los besos habían sido un engaño continuo de deseos contenidos y húmedos que le hacían suspirar. Cada palabra de amor dicha fue un puñal clavado a traición con la exaltación de quien sabe dominar y no ser dominado. Siempre a sus pies, anclado en el tiempo, esperando que lo mirara que dijera lo que quería y él haría sin oponerse, porque estaba rendido al amor que le profesaba y dejó de tener alma, de tener vida y de ponerla en sus manos para ser un juguete del destino, de su destino. Callaba porque las palabras no eran necesarias, el cuerpo lo decía todo, se tensaba y se relajaba pero siempre dispuesto a complacer a aquel que era su dueño.
Y ahora todo lo había perdido, la oscuridad se llevó aquellas manos que lo sujetaban, aquellos ojos por los cuales veía un futuro que dejó de ser incierto en cuanto la sonrisa faltó, su cuerpo se evaporó con las luces del alba, se fue para no volver y lo dejó sólo, sumido en la oscuridad de quien ha entregado toda su luz. Se quedó vacío y la sangre seguía manando por las heridas de las espinas clavadas a lo largo del camino.

6 comentarios:

NaT dijo...

Pues quizá en otra vida lo fui Mirador, será cuestión de hacer una retrospectiva de mi existencia o algo así y averiguarlo.
Perro, yo siempre he pensado que fui perro en mi anterior reencarnación.
Me alegro de que te haya gustado, podía haber dado mucho más de si, pero no eran horas.
Un beso enorme

Naxo dijo...

Está científicamente demostrado que es imposible ahogarte con tus propias lágrimas: la almohada y los hombros de tus amigos las absorben, evitando un final tan dramático. (Esto es siempre así, excepto si la almohada es de látex, o si tus amigos llevan camisetas de lycra, en cuyo caso corres serio peligro...)
Por cierto, precioso post. Me ha dejado sin palabras (y eso que no me suelo callar ni debajo del agua :-) )
Glups glups :-*

Anónimo dijo...

Hola, se puede?
que veo que veo nuevo blogero, ¿y quien es este chulazo? presentamelo no, NaT? jejeej

y otra pregunta ¿como escribis esos textos?

NaT dijo...

Tu crees Naxo??? Cuando lloras hipas y a veces te atragantas con tus hipos, con tus lágrimas y esa conjunción de haberes puede llevarte a que te ahogues, así que no veo tan dificil eso de ahogarte en tus propias lágrimas. Claro que si tienes quien las retire de tu cara... pues mucho mejor.
No calles!!! tú habla todo lo que quieras.
Por cierto te presento al que está debajo de ti ;) ALD o MrPiedra como prefieras.
Besos

Tú no necesitas llamar a la puerta ALD sabes que mi casa es tu casa. ¿Como se escriben los textos? pues solos la verdad...
Yo me pongo los cascos a toda pastilla, para sólo oir la música, las canciones de ese momento y dejo volar los pensamientos a la vez que los intento atrapar con los dedos. Y ese es el resultado. ¿No te gustó?
Y nada, quien esta encima de ti ;) es Naxo, encontrado por el blog de Luigi, me gustó por eso está ahí.
Besotes grandes

Naxo dijo...

Es verdad, Nat, no había caído en lo de esos sofocos extraños que nos suelen dar cuando lloramos con ganas y que hacen que casi seguro nos ahoguemos... Pero eso fijo que se soluciona con un electroshock o con una botella de oxígeno o algo (y no con la mierda de vasito de agua que te traen tus amigos, o tu madre o quien sea para que se te pase el sofocón jejeje)
Menos mal que esos "yuyus" solo dan muy de vez en cuando...
Anda, aún acabaré ligando por aquí... jajaja Encantado, Ald. Si quieres también hay hueco para tí en mi blog (aquí captando adeptos... jaja) Es bastante reciente pero ya hay algun fan jajajaja
Nat, a mi tb me encanta tu blog, por eso te visito (y con agrado). Un besote de sábado! :-)

Anónimo dijo...

Ha sido un presagio este "derrota", Nat. Se apagó la luz. Sólo queda maldecir a unas cuantas piedras del camino que estaban ocultas, acechantes, dispuestas a fusilar la ilusión y seguir buscandola desde dentro, pero esta vez como dices muy bien, con la sangre manando por las heridas y un velo de lo que discutiamos te acuerdas?, de cobardía , de lo que fuera, dispuesto a sanarlas. Ni una lágrima, aunque quisieran salir, pero no lo harán.
Besos Nat!. Ya no creo que la luz del sol que tuve se sienta celosa de que te los de, ni que valore los que se dejó aparcados, la noche mas fría.
Chau!