18 noviembre 2003

Si verte fuera la muerte y no verte fuera vida, prefiero morir y verte que no verte y tener vida...
Ese tipo de párrafos son los que las adolescentes de hace 15 años escribíamos en nuestras carpetas.
¿Quién fue quien lo escribió? ¿Qué sentimientos expresaba? ¿A quién iba dirigido? ¿A quién recordaba alguien en esas palabras?
Cada frase tenía su sentido, su sentimiento, su alegría o su dolor.
Casi siempre eran frases de amores...
Amores no correspondidos:
Amor idiota, yo por ti y tú por otra
Amores recordados: Dicen que el amor ausente con facilidad se olvida, ausente te tengo yo a ti y no te olvidaré en la vida
Amores esperados: Sabía que algo faltaba en mí y al verte mi vida, lo comprendí
Amores no llegados: Si no puedes estar con quien quieres, quiere a quien esté contigo
Amores perdidos: Nunca deje de quererte, pero tú me has olvidado, si alguna vez recuerdas, por favor vuelve a mi lado
Esas y muchas otras llenaron durante años cuadernos y cuadernos, se pasaban de unos a otros, siempre añadiendo algo personal.
Claro que de vez en cuando aparecía entre tantos amores sufridos algo divertido:

Pasando bajo tu ventana, me tiraste una flor, la próxima vez que pase ¡¡ sin maceta por favor !!
Y algún que otro resentido te dejaba unas palabras...
Cuando paso por tu puerta, tu madre me llama feo, la próxima vez que pase saco la picha y la meo
Muchas frases, muchos compañeros que dejaron su escritura
en mis libros para hora ser recordados a ellos, a ellas una frase, porque yo también tuve 15 años

Un amigo es aquel, que al irse de tu lado, deja algo de si mismo


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