05 noviembre 2008

Si no estás...



Pues hoy me apetecía poner esta canción, porque me encanta.
Claro que hay canciones que las oyes y te mueven algo por dentro, entonces no puedes evitar llorar. Esta es una de ellas, esta es una de muchas.
Se la dedico a mi niño triste, a mi niño con aceituna, a las olas del mar... a cualquiera que pase por aqui.

3 comentarios:

Vulcano Lover dijo...

´-(

Besitos.

Martini dijo...

Por si acaso, me la dedico yo mismo!!

Santi dijo...

¿Pero no están demasiado bien peinados esos chicos como para estar deprimidos? :P

Ohhh, la música triste hay que escucharla cuando estás alegre, para bajar; y a Tina Turner cuando estás mal, para subir; ¡al menos es así como me lo aprendí yo! Hummm, lo empecé a usar cuando no podía esperar a estar en el mismo estado anímico para escribir algo; ¡claro que la cuerda de uno se resietne!, menos mal que Jorge tiene muy buenos dientes :)

Eeeey, gracias por avisarme de lo de la pelota, que estoy intando colocarla allá arriba, pero no hay manera, mija, no hay manera; ¡lo que me recuerda que para cuando se vaya y regrese tu barquito, lo tunearé y lo pondré bien guapo:), que es que no me dan las horas, y es un alivio :)

¡Y no escuches esos venenos si están chuchurría! :P, que, mira, si esos chicos se pusieran a limpiar el caserón, otra hormiga cantaría....

Ahhh, Mart-ini, ¡pues te puedes creer, nat?, que lo visité un día y vino a devolvérmela; auque sea yo abstemia, no-hay-derecho.

Pero qué hambre tengo, mija! Voy a bajar, que me quedan diez minutos, diez, para cruzar las vías del tranvía, la plaza Weyler, llegar a la cafetería, saludar a la camarera, pedirle un café con leche, darle vueltas a la cuchara, recordar pagar, pagar, cruzar las vías y vuelta a darle al teclado, a aburridas palabras encadenadas.

Muuuchos besos con tres de azúcar (shhhhh:)