27 mayo 2008

Había escrito un relato de esos de sangre y muertos y sentimientos desgarrados que pensaba poner, cuando mi amigo Guille me ha mandado un mail para decirme que esta madrugada ha nacido su hija Marta, que madre e hija están bien y que ya me mandará fotos.

Aunque no me va a leer, le deseo lo mejor; a los tres. Sobre todo a él, que ese era su deseo aunque se haya retrasado unos años. A él que estuvo a punto de desistir a un cambio drástico en su vida por algo que no le convenía, ni estaba a su altura, ni quería sus mismos sueños.

Ahora con esa preciosa enana en tu vida que te dará mil quebraderos de cabeza y mil alegrías (supongo) me alegro de que no te quedarás, de haberte dado alas, de que renunciarás, con resiganción, y supieras aceptar la palabra NO.

A veces hay que dejar que lo que quieres se vaya para poder encontrar a quien te quiera a ti.

1 comentario:

Martini dijo...

Felicidades a tu amigo y, por cierto, me encanta la frase esa