13 febrero 2008

EL CAIRO. Ni corazones, ni rosas rojas, ni tarjetas románticas. La pesadilla de Rodolfo Valentino. Los donjuanes saudíes lo van a tener muy complicado este 14 de febrero para satisfacer sus delirios de amor. San Valentín, el patrón de los enamorados, ha sido prohibido. Las autoridades religiosas la consideran una celebración «antiislámica», una mala influencia de Occidente. Y una tentación peligrosa, además, que incita a mantener relaciones extramatrimoniales.
Pero como el romance es una cosa intangible, difícil de apresar si la Policía religiosa considera que un incauto enamorado ha lanzado un suspiro «sospechoso», las autoridades también han vetado la versión consumista de San Valentín. Para no tentar a los románticos, EL COLOR ROJO, de alta peligrosidad en estas fechas, ha sido desterrado de las tiendas por orden de la Comisión para la Promoción de la Virtud y la Prevención del Vicio.
Miembros de esta comisión visitaron durante el pasado fin de semana floristerías y tiendas de regalos en todo el país para ordenar a sus dependientes que guardaran todos los objetos rojos, desde rosas hasta peluches, según publicó el diario «Saudi Gazette».
La «mutawa», como es conocida la Policía religiosa en el reino saudí, visita cada año las floristerías un par de días antes de San Valentín advirtiendo a los comerciantes de la prohibición, explicaron los floristas. De las advertencias se pasa a las redadas, que tienen lugar generalmente la víspera de la fiesta, cuando se confiscan todos los productos de color rojo o que estén relacionados con el amor. El pasado domingo fue el último día que los saudíes pudieron comparar rosas rojas, prohibición que se levantará, previsiblemente, después del 14 de febrero. Pero para los que no pueden resistir la tentación, siempre queda el mercado negro.
Las rosas encarnadas, que habitualmente cuestan alrededor de un euro (entre 5 y 7 reales), han duplicado su precio en los últimos días, según señaló un florista que en estas fechas monta el negocio en su apartamento para evitar la censura. «El precio subirá hasta los 20 ó 30 reales en San Valentín», aventuró el comerciante. Muchos de sus clientes ya habían hecho sus encargos con varias semanas de antelación.
Para sortear la prohibición, la mayoría de las floristerías hace sus entregas por la noche o muy temprano por la mañana para así despistar a la «mutawa».
Arabia Saudí se rige por una de las interpretaciones más estrictas del islam, el wahabismo, que se sustenta en el monoteísmo a ultranza y que prohíbe por tanto, el culto y adoración a objetos o personas.
Muchos académicos islámicos se han encargado de recordarlo durante estos días. «No debemos celebrar festividades no musulmanas, especialmente ésta (San Valentín), que fomenta las relaciones inmorales entre hombre y mujeres no casados», señaló el jeque Jaled al Dossari, doctor en Estudios Islámicos y Sharía (ley islámica).
Pero para todo hay solución. «Estamos planeando ir a Dubai el miércoles por la tarde para celebrar el día de San Valentín como pareja», señaló al rotativo saudí «Hannan Radi», una maestra de Riad. El Día de los Enamorados es un pecado, dicen los clérigos, pero para muchos saudíes, el romanticismo tira más que la pureza de la fe.
(PAULA ROSAS, CORRESPONSAL DE ABC)

4 comentarios:

Pasajero dijo...

Pos creo que yo lo voy a celebrar como los sauditas ¿Y tú?

NaT dijo...

Yo pienso celebrarlo vestida de rojo, de momento he empezado con el blog y mañana los labios de rojo intenso.
Eso del amor... lo dejaremos para otro día ¿Verdad?

Un beso Pasajero, bien grande

Javier Herce dijo...

De piedra me has dejado con esta entrada,primeroporel texto y después por la foto... cochina!!!

NaT dijo...

De cochina nada Javier qué tí bien que has mirado, ajjajajaaa.
Mañana nos vemos.
Muacka!!!!!