13 septiembre 2006

Nº 600... PENSANDO EN TI...

Tengo 47 mails sin leer en la bandeja,
ninguno es tuyo.
Tengo 23 llamadas en mi contestador,
tu voz no esta en ellas
Tengo 1.001 recuerdos borrosos de tu persona,
amarilleando en mi mente.
Tengo 2.013 mil sensaciones que se apagan,
por ir olvidándote.
Tengo 133 mil caricias inexistentes,
calientes en mi piel.
Tengo un millón de miradas distintas,
de nuestros ojos que no se encontraron.
Tengo demasiados besos callados,
de labios que no se rozaron.
Tengo una sonrisa tuya,
que se va haciendo translúcida.
Tengo infinitas lágrimas,
aún secándose en mi almohada
Tengo un relato nuestro,
de una noche ficticia.
Tengo tantas frases a medias,
que las conversaciones quedaron mudas
Tengo tantas preguntas sin hacer,
que las respuestas no me convencen
Tengo tantas nubes
que sé que no veré el sol.
Tengo tantos reflejos de espejo
que aun deslumbras en mi pensamiento.
Tengo tantas puertas cerradas
combatiendo contra ventanas
y tantos recuerdos de ti
que no sé si te has muerto
o aún sigues vivo.

4 comentarios:

Fernando J. López dijo...

El tener implica que lo que poseemos sigue vivo. A veces, es bueno abrir la mano para desprenderse de posesiones que nos lastran hacia el futuro y que esa otra vida no nos ahogue por su ausencia. Yo, que soy un nostálgico nato, no creo que la melancolía sea un don a cultivar (y eso que siempre tengo la tentación de lanzarme a sus brazos autocompasivos y, generalmente, algo mentirosillos).
No te resignes a seguir teniendo llamadas sin dueño ni nubes que tapien el sol. Nada ni nadie merecen cegarnos la luz. La tristeza no es hermosa (vivimos demasiado poco tiempo como para dejarnos convencer por su espejismo), si no es en forma literaria, artística o musical.
El sol, la sonrisa en el espejo y el futuro -vivido con intensidad- sí que nos pertenecen.
Un besazo... de cine

Lucecilla dijo...

Demasiados números...Tenemos muchas cosas, eso está claro, pero quizás cinephilus tiene razón y a veces es mejor desprederse de lo que ya no nos sirve, de lo que no nos hace falta, de lo que nos hace caer...
Un beso! Y que a partir de ahora tengas muchas cosas más...pero todas ellas buenas

NaT dijo...

Es mayoritario lo que no tengo que lo que tengo Cinephilus. No me lastran los pensamientos, simplemente voy levantando muros con ellos, esos que nos separan, esos que en ocasiones se hacen infranqueables, aquellos en los cuales golpeamos, furiosos, nos damos la vuelta o simplemente lo rodeamos, aún con lo fatigosos que pueda resultarnos por no ver su final.
No me resigno, NO, NO NOOOOOO. La tristeza a veces puede ser hermosa, siempre que no se cuelgue de nuestra sombra. La melancolía, ya lo dije por ahí, se me coagula en la sangre (hummmm, me ha encantado esta frase, jajajaj) bueno, ya dejo de desvariar.
Un besazo de…. TEATRO (el cine lo dejamos para mañana)

Ayyy mi niña de corazón desilachado!!! Uno no puede desprenderse de lo que no tiene, así que no puede decidir si es bueno o malo. Claro que el que no se vea o no se tenga no quiere decir que no exista… yo sé que existen muchas cosa buenas, pero siempre nos acecharán las malas.
Un beso grande LuCeZiLLa

Vulcano Lover dijo...

Queramos o no, llevamos con nosotros la vida que hemos vivido. y ello comporta lo triste y lo feliz. Desterrarlo no me parece justo, ni maduro. Creo que hay que asimilar que uno ha tenido experiencias tristes, frustrantes, desazonadoras, pero saber seguir adelante de una manera positiva, con el menor lastre posible. hay dias que uno no puede evitar que esas cosas vuelvan y nos rocen, Y entonces tenemos la melancolía, y estos ejercicíos literarios que nos ayudan a soltar ese lastre que no se nos termina de despegar, para poder seguir camino a los futuros presentes... Creo que no son lastres que ahoguen, pero sí que hay que ser conscientes de ellos. El desterrarlos, el olvidar que existen, podría hacer que volviesen con demasiada fuerza... Pero en fin, supongo que en esto, cada uno tiene su recetas, sus caminos y sus atajos...
Un beso guapa... volcánico, y uno de nuestros abrazos...