19 octubre 2005

Tras toda tormenta llega la calma....

Tras una semana en la que ha habido más lágrimas que risas y más nubes que sol, creo que me siento mejor, al menos dispuesta a afrontar lo que me encuentre por el camino e intentar sortearlo como bien pueda. Si, he de reconocer que ha sido una mala semana, de las peores, demasiado para querer recordarla, aunque quede aquí expuesta, como una piedra más, como un nuevo muro levantado ante todo aquello que me hace daño y seguirá haciéndomelo, es inevitable. Sólo tengo una manera de explicarlo, así que dejó que la mente vuele y que saque de cada dolor y de cada lágrima la canción que tienen y el murmullo que nos ofrecen.

Ha amenazado lluvia durante mucho tiempo, pero el agua no termina de caer y creo que es eso lo que me tiene como ansiosa, mirando con los ojos entrecerrados las nubes, preguntándoles en silencio qué las pasa que no descargan. Pero están mudas, sólo se hinchan y se revuelven unas contra otras soltando de vez en cuando un bufido que retumba por toda la ciudad. Voy contando tras el grito, sabiendo que en cualquier momento una nube llorará por la bofetada recibida. Pero no pasa nada. Necesito que llueva, tanto como lo necesita el campo, porque estos días grises me están mustiando. Necesito la alegría de las gotas en la cara, necesito limpiarme de tanto letargo, de tantas ideas que acuden a mi mente. Y cuando por fin las nubes nos capaces de dejar sus rencillas atrás, sus gritos y esos golpes que echan chispas es cuando lloran, porque saben que tras esa discusión no se volverán a encontrar, que no habrá reconciliación posible que tras haber compartido el cielo se desharán hasta desaparecer. Ha coincidido el chaparrón con un ligero dolor en el bajo vientre que se agudiza según cae la lluvia. Son las hormonas que se ha disparado y seguramente sea el peor momento, porque ya no me dejan disfrutar de ir con la cabeza alta por la calle, ni puedo recibir el agua y me tengo que conformar con ver las gotas mojar mis zapatos y escaparse libres y atropelladas en los cristales del autobús. No siento que el agua me limpie todo lo que necesito que sea limpiado en mi cabeza, sólo tengo la sensación de mojarme, de volverme a humedecer por dentro, de pudrirme por no haberme secado. Me canso del autobús y bajo la calle andando, mojándome otra vez; con cada gota una huella queda impregnada en la solapa de mi chaqueta, huele a humedad, esa tan anhelada, tan necesaria y el suelo absorbe la inclemencia del tiempo tan rápido como lo hace mi corazón, sólo que éste se inunda y el pavimento se seca.

He recibido un mensaje que ha congelado el agua anidada en mi interior, ha estallado porque ella es más de lo que mi espíritu alberga y ha partido en mil pedazos mi interior. Se han derrumbado los muros ocultos entre la piel y los huesos, entre al alma y la carne. Mi cuerpo deja de ser mío, para ser atravesado por palabras, por sus palabras, por sus confesiones al viento en vez de ser recogidas y susurradas a mi oído. Como siempre tiene razón en casi todo. Como siempre parece que reside en mi mente, sabiendo todo lo que me duele. He dejado que mis pupilas derrochen el mismo agua que el campo está necesitando y durante lo que fueron los momentos más dolorosos de una existencia separados, el universo no fue más que oscuridad y duelo. Me cuesta abrir los ojos; que tras hincharse es como si no me pertenecieran. Nada es esos momentos es mío. Nada soy. Nada tengo que no sean voces resonando en mi cabeza, danzando escritas ante mi mirada desenfocada. En nada puedo pensar que no seas tú. Y a nadie más quisiera confesar mis cuitas. Pero no estás. No estarás y aunque resuelvo ir a buscarte; presentarme ante tu mirada para que no puedas rechazarme, el miedo a mirarme en tus ojos me da más pavor que verme reflejada en tus palabras. Tanto como te da a ti descubrirte en las mías. Palabras que son fiel reflejo de lo que quisiera que existiera y que sólo comparto con fantasmas de mi imaginación. En ellas te veo, en ellas te reflejo, porque no existe otro que nos seas tú, porque me empeño en fabricar historias que nunca tendremos. Porque para nosotros no existe un futuro, sólo hay un pasado y un presente en el que no coincidimos. Porque a veces la palabra IMPOSIBLE se vuelve real, contigo se hace real, dejando de ser una quimera.¿Cómo ser completa si no te tengo, si te llevaste de mi la vida, la ilusión y la fantasía?

Y tras horas de un dolor que sólo puede ser terrenal el sueño venció al tormento, aderezado de lluvia y de estrellas. Quisiera en esos momentos en que el alma deja de pertenecerme, que volara lejos, que se alejara para siempre con todo lo que ese alma lleve en su propia alma; pero sé que tras las primeras luces del alba volverá a meterse dentro de mi cuerpo, necesitando una razón para vivir, una sonrisa que anticipar, una mente que equilibrar. Vuelve a tocarme y los sentimientos siguen siendo los mismos que cuando la noche se cerró en torno a mis sábanas. Releo las palabras una y otra vez, queriendo con cada suspiro librarme de ataduras, olvidarme de sentimientos, cerrar puertas para abrir ventanas por las cuales precipitarme. Pero no lo consigo. Porque realmente no quiero, nunca, que dejes de pertenecerme, aunque sea en forma de dolor, en forma de lágrima, en forma de deseo contenido; que sólo escapa en noches de ausencias, que son todas las que tengo y tendré.

Esperaba salir de mi encierro, reunirme con gente que conocer y anhelaba la respuesta que me diría que sí se contaba conmigo. Ese fue el segundo golpe de la semana, esa fue la causa de un nuevo muro ante personas que consideraba que andaba mi mismo camino; pero mis pasos fueron rechazados junto a los suyos, por una causa que desconozco y me tenía hecha un lío. La noche se volvió a nublar bajo una cortina de agua, bajo los ojos rojos, ardientes de dolor, de desafío. La mente se sentía dilapidada, el corazón dañado, la sonrisa rechazada y los amigos perdidos. Qué su tiempo sea de ellos… yo me quedo con el mío. No desperdicio palabras ante desagradecidos, no quiero más agravios que no van conmigo, no quiero perdones sin razones, ni justificaciones necias, no quiero ironías, ni sacrificios, ni cinismos. No quiero conocidos, quizá antes amigos, que no sea atrevan a pasar tiempo conmigo, a mirarme directamente a los ojos y darme respuestas sin verse vencidos.

La tercera piedra del camino de una semana tan larga, me la guardo, por ser más preocupación que amores y amigos perdidos.

Despertar la nueva semana, permitir que la rutina entre de nuevo en el juego del olvido, es lo que ha sacado a flote a esta alma errante, que quiso ahogarse en la bañera, que tentó al infinito abierto bajo un balcón alzado en el vacío, que vio en la estela de una estrella fugaz un nuevo guiño, un nuevo brillo y un amanecer que llenó el corazón de calor dejando fuera al frío.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Pañera, sabes q si lloras lloramos juntos y si sonreimos igual. Sabes q a mi y a los pañeros nos tienes aquí para todo lo que necesites, q te queremos y que nos gusta q nos dejes ser tu luz cuando solo ves oscuridad. Un beso.

Anónimo dijo...

Salir de la facultad con dolor de cabeza, mojarse hasta las rodillas intentando llegar con prisas y mecánicamente antes de las 10, otra palabra de desprecio, tropiezos con la misma piedra, incomunicación, aislamiento e incomprensión...Son las cosas bonitas que alegran los días... Creo que no vale la pena pensar en lo malo, pueden más las cosas buenas. Al fin y al cabo, las historias felices existen también. Ánimo. (LuCeZiLLa)

NaT dijo...

MIKADITO que bueno hablar contigo después de tanto tiempo, ya... ya sé que es un milagro que yo te llame, pero, a veces soy imprevisible ya lo sabes... jejeje.Beeeesosss, Espero que de verdad nos veamos prontito.

Mirador de momento tú como humano me ayudas, me escuchas, estás ahí, sólo espero yo poder ayudarte como lo haces tú conmigo. Muchos besos

Anda!!! una LuCeZiLLa perdida por mi patio :) gracias por uliminar sus veredas y sus piedras con tu visita. ¿No leiste lo de la niña Vodooo? qué ilusión me hizo encontrarlo.

Y ahora diré que parece que no habéis leído bien el final... o quizá si.
El calor se queda dentro y el frío fuera, de momento la tormenta ha pasado, pero creerme cuando os digo que volverá....

Besos a todos

Anónimo dijo...

No la dejes volver arreciando tan fuerte. Si sabes que va a volver, resguárdate.

Tres piedras. De las tres yo he sentido la pedrada de las dos que has expuesto.
Respecto a la primera puedo decirte que, ya lo ves, los milagros suceden, y cuando menos lo esperas aparece algo, incluso, mejor de lo que esperabas girando tu vida como un calcetín.
De la segunda, puedo decirte que son ellos los que mas pierden. Aunque, si, eso duele mucho. Lo siento.
Un beso muuuuuuuy fuerte.

Anónimo dijo...

Jooder, vaya post!

Cualquier cosa que pueda decir va a sonar torpe... me has dejado sin palabras.

Solamente te dire, que me identifico totalmente contigo, y te comprendo perfectamente en lo que al amor se refiere. No podrías haberlo descrito mejor.

Besos, saludos y abrazos, y besos y abrazos de nuevo!

PD. Ya sabes mi nueva filosofía, eres feliz, lo sabes!

Anónimo dijo...

Sencillamente... no sé qué decir.

No sé qué decirte que no suene a respuesta típica en estas ocasiones.

Tan sólo diré que no te derrumbes, ánimo y sobretodo... ríe. Ríe a más no poder, alquila una película absurda... algo de los Hermanos Marx, por ejemplo, pero ríe. La risa es el mejorador de ánimo por antonomasia.

Me alegro de, al menos, haberte hecho reír un poquillo en mi blog.

Y muchos ánimos Nat.

Besos de alguien que deja de esconderse entre las piedras de tu patio.

NaT dijo...

Que duro es a veces eso de los amigos Cris y si, ellos se lo pierden. El amor algún día llegará y me hara olvidar, supongo... sólo que no quiero olvidar y por eso quizá no llegue.
Muuuuuchas gracias por andar por aqui loca, que eres una loca.

Ni se te ocurra callarte Miguel que me encanta oirte aunque sea en palabras, no creo que seas nada torpe en cuanto a lo que quieras decir, aun así, me encanta que te encante.
Yo lo dejo en BESOS, bueno y algún abrazo también ;)

Hombre!!!! una visita inesperada, honrada me siento de tu visita Arek!! de que dejes de ser una piedra muda y hables. Las piedras si sabes escucharlas tienen todo un universo que contarte.
Y si, la risa es un bálsamo contra todos los males, de este finde todavía no he conseguido encajarme la mandíbula.
Besos sin tropezones... al menos con las puertas, JAJAJAJAJAJA