19 julio 2004

Sé que debería sentirme triste, porque no estarás más aquí, porque la distancia ahora se hará mucho más grande, que no infranqueable. Pero estando en el mismo sitio nuestros ojos se han mirado poco, ahora el espacio es más extenso y nos miraremos menos. Me siento un poco mal, pero no por tu partida, es por no sentir nada en absoluto. Debería experimentar algo de rabia, desconsuelo incluso haber derramado alguna lágrima… pero no. Y es lo que me extraña. Es la segunda vez que no a alejamos, que tomamos caminos diferentes y aunque el destino quiso unirnos de nuevo, pronto decidió arrebatarnos de nuevo lo que teníamos. Sigo preguntándome, si realmente hubo algo. Algo más que un cariño enorme, unos besos robados y unos abrazos deseados. A veces pienso que si, otras sin embargo pienso que sólo fue una pasión desatada, un arrebato de ese afecto que nos tenemos y que no implica nada más. Fue un guiño al espacio que compartimos, que estuvo ahí, que está y que seguirá ahí cuando volvamos a encontrarnos. Podría pensar que te voy a echar de menos, me sorprendo ahora, días después de tu partida, de que no es así. Una vez me pediste que te dijera que te quedarás… no supe que responder, porque en el fondo, no deseo que estés.

No hay comentarios: