23 enero 2007

Unas veces me susurras...

... otras tu silencio me asusta.

Me susurraste una vez en tu espacio que si te necesitaba te recordara con los ojos con lo que siempre te he mirado, esos mismos que llevan tu color y que cambian como tú con la luz que te ilumina.

Me meciste entre brumas y la espuma recorrió mis pies mil veces, como mil sonrisas y mil lágrimas que no se esconden y que se derraman, cuando te veo y cuando te digo adiós. Y si me emociono cuando te escucho, más me acongojo cuando me alejo. Cuando te vas y te pierdes en un horizonte que yo no he inventado y en el cual te voy perdiendo.

Volarás y detrás de tu vuelo estarán mis alas, esa qué frágiles no han sabido cobijarte ni retener tus aguas. No puedes faltar, no puedes faltarme. No puedo huir, porque ato siempre mis pensamientos contigo, los recuerdos que me atormentan y transformo en arcoiris que te surcan y te alumbran.

No puedes hundirte, porque yo...
me hundiré contigo.

3 comentarios:

Azul_oscuro dijo...

Las "idas y venidas" siempre son dolorosas, ya sean físicas, emocionales, sensoriales...esto es a lo que me suena estas líneas.
Quizás, lo mas importante es que tú intentes mantenerte en tu sitio siempre..independientemente de susurros o distancias...aunque es tan difícil, verdad?
Un besote celeste.

Anónimo dijo...

oooh!! que no falte nunca!

Un amigo me ha hecho prometer que nunca le abandone, que todos sus amigos lo abandonan como si fuese un perrito vagando por una carretera... hecho mil pedazitos, triste y solitario.

Aish!

Un besazo wapa!

Anónimo dijo...

Y pensar que a veces no podemos hacer nada... Y algunos se hunden irremediablemente en el fondo del mar, a veces de forma consciente, con un lastre que se empeñan en colgarse al cuello, incluso algunas veces se van nadando mar adentro. Otras de forma insconciente, un poco fruto de todo aquello que en el fondo son, de todo lo que hacen sin darse cuenta. Y al final uno se queda en la orilla... Como en cierto post que escribi una vez.
No te me ahoges, no te me hundas, no te dejes llevar. Un beso preciosa...