09 noviembre 2005

La Sopa...



La vida a veces es como la sopa; tan espesa que casi hay que utilizar cuchillo y tenedor o tan caldosa que se nos acapa de la cuchara sin poder hacer nada. Otras nos sorprende con esos tropezones que nos dejan buen sabor de boca y a veces no podemos evitar que se cuele algo que nos amargue. La vida, como la sopa tiene sus momentos calientes; que queman, que te queman, dejándote la piel dañada. Otras se queda fría, por entretenerte en cuestiones que llenan tu cabeza, te quedas mirándola sin querer tomarla. Se te han quitado las ganas y quieres apartar el plato. Es necesario hacer un esfuerzo. Asi que templas tu vida, templas la sopa y sigues adelante. Sabiendo que quizá la próxima vez estará caliente de nuevo, porque es inevitable. Pero ahí es cuando ya has aprendido a soplar.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Aqui hace ya tiempo de sopa... te hace?:) Abrazos!

Anónimo dijo...

Un soplidito que te ayude con la sopa ;)
Una cosa, este finde no estoy en Madrid (o casi), pero para el siguiente creo que sí. A ver si estáis el Mir y tú y podemos quedar, vale?
Kisses

Anónimo dijo...

Y el que nunca se quema, no aprende que tiene que soplar antes.
Un abrazo

NaT dijo...

Aqui también lo hace Eneko vete preparando la cuchara que en cualquier momento voy para allá y que mejos compañía que tú y una sopa caliente...
Besos precioso niño, toy feliz :)de verte de regreso, de veras. Tenía el corazón mudo y en tinieblas.

Todo el día por ahí Nortestharj!!, cualquier día te pierdes y no vuelves. Yo creo que no me moveré de aqui ni este, ni el próximo finde. Ya sabéis que por mi encantada. Lo hablamos y lo roganizamos.
Mordiscos para tí :)

¿El que nunca se quema Tuno? ¿No será el que siempre se quema? ¿¡¡Dónde tendrás esa cabezita loca¡¡? ¿Abrazos? :(
Nada nada, besos

Lucecilla dijo...

Pues sí que es verdad que no soy la única que lleva un otoño triste. Pero sólo hay que acordarse de soplar y si se no solvida, las quemaduras se curan pronto. A veces todo es cuestión de ponerle ganas. Besos!