30 septiembre 2005

Llaves...


Hoy llamé a la puerta de casa... hacía mucho que no oía el timbre, se me estaba olvidado el sonido que tiene al otro lado del umbral. Ese sonido apagado, ese nerviosismo que se siente llegando a casa ajena por no saber si te van a abrir la puerta Sentir como se pierde el eco desde el otro lado de la madera. No había olvidado las llaves, pero necesitaba esa sensación fría del boton del timbre.
Me gustan las llaves, no suelo tirarlas, me da pena. Es como arrojar un trozo de tu vida a la basura. Cada llave abre o abría algún recuerdo. Las llaves te trasportan al pasado, al presente... algún día al futuro. La llaves guardan secretos. Cada muesca en ellas, cada rallajo en su metal es como los anillos de un árbol. Te dicen cuántas veces abriste una puerta... pero no cuántas veces la cerraste. Las llaves no lloran porque no tiene lágrimas, pero tienen sus heridas grabadas, imborrables. Por eso las guardo. Porque el pasado hay que conservarlo, eso sí, en un cajón bien cerrado y llevar la llave siempre en el bolsillo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios, que post tan bonito!!

Me ha encantado, nunca había visto de esa forma una llave!

Voy a leerlo otra vez!! Werburga! XD