Me gustan las vacaciones, quizá por ser el único momento en el que utilizo la bicicleta, esa que se queda aparcada y oxidada durante todo el año. Convirtiéndose en guarida de arañas y dejando sus ruedas chafadas en el piso. Esa que tanto cuesta hinchar a la vuelta, que deja escapar el aire de la bomba entre tus manos y tu esfuerzo. Esa que te deja dolor de piernas y de trasero tras unas pedaladas; que dura un par de días... y cada vez que te montas de nuevo en ella. Me gusta mi bici, me gusta volver a casa en ella por la noche, cuando la niebla se filtra entre los panojos, entre las hierbas, entre las casas, rasgando la oscuridad. Me gusta dejarla aparcada junto con las otras, porque se que me esperará ahí hasta el próximo verano. Fiel.
3 comentarios:
que bonita manera de hablar de una bici, oye
Yo solo monte en bici 4 veces. Solo cuatro. NO me cai, aprendi pronto, pero no me llenaba. No me gustan las bicis, no las odio, pero me gustan los ciclistas. ^^
Un Besito, y veras que bueno es el OTOÑO.
Las bicis me traen recuerdos de infancia... los batacazos al aprender a montar, las carreras, llevar a los amigos en la parrilla... cómo no hablar bien de una bici, de "mi" bici.
Ayyyy Hazël, jajajaja, no cambiarás nunca ¿pero ciclistas? mejor los saltadores de trampolín, los atletas, los chicos de tetería, JAJAJAJA.
Un besazo a ambos.
Publicar un comentario