¿Es posible sentir una tristeza que alegre tanto?
Sí, es posible. Cuando oyes la voz de ese a quien echas de menos. Cuando le oyes hablar como si el tiempo no hubiera pasado. Cuando le sientes temblar a través del teléfono; por querer contar tanto y no querer si no es mirándote a los ojos, por seguir confiando en ti, aún tú con ese miedo a que no lo haga.
¿Cómo puede nacer un sentimiento tan profundo en la distancia que nos ampara?
Porque hay un lazo que nos une, que nos ha unido siempre, porqué fue el destino quien juntó su estrella y la mía haciéndolas flotar, girar y compartir una nebulosa de confidencias. Porque el cariño no sólo existe para sentirse atado.
¿Hay algo que llene más que una amistad verdadera?
No, porque esa amistad te hace fuerte, te llena y crea en ti todos los sentimientos del mundo, los confesables y los mudos. No hace falta la presencia física o el contacto perenne para saber que existe. Te rodea, te nace del corazón, se extiende por tu cuerpo por tu ser. Aunque a veces duele, por la lejanía por la distancia por las palabras inexistentes que se contiene, por tener miedo de hablar o no tener ganas.
Un amigo siempre encuentra el momento, sabe las palabras…
Un amigo de verdad, sabrá esperar el tiempo que haga falta.
Yo sé esperar… y tú sabes que espero.
P.D. hoy fui feliz por oirte en mi tristeza...
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