13 diciembre 2004

En mi ignorancia cerré las puertas de tus labios.
En mi tristeza dejé escapar tus brazos que me amarraban.
En mi delirio acallé las voces que me hablaban
en la distancia, en la eternidad, en los sueños.
Y el amor quedó encerrado en una burbuja de cristal,
igual de frágil, igual de transparente.

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