28 julio 2004

Santoral...

Qué triste... ayer fue mi santo y ni mi madre me felicitó. No se lo hecho en cara... pero una madre es una madre, yo tampoco me acordé de él. Claro que un santo no es como un cumpleaños, no tiene tanta expectación, no te recuerda que te haces, cada vez que soplas las velas, un año más vieja. Un santo pasa y se va, sin regalos, sin festejo, sin besos. Me acordé cuando recibí un correo de mi prima felicitándome y eso que el día anterior había sido el suyo y yo no la felicité a ella. No sé en que día vivo, sólo sé los que me quedan para las ansiadas vacaciones; que se cuentan con los dedos de una mano. Que ganas tengo... de irme de esta maldita ciudad, de dejar mi mesa de oficina, de olvidarme del ordenador, del teléfono, de la gente.
globo1r.gif (62388 bytes)

No hay comentarios: