22 junio 2004

Me miro,cómo reconocerme si me doy la espalda a mi mismo. Si no encuentro los pasos que han de llevarme a ti. Te busco, sé que existes, pero es tan difícil hallarte.
Porque creé una imagen de ti que no es real, es sólo ficción. Una manera de defenderse, un modo de ocultarse. Voy buscando por los senderos del olvido, del deseo; de un anhelo que se ha vuelto errante, una traición a todo lo que deseo.
Olvido qué es realmente lo que quiero, dejó en el camino las cosas que quisieron hacerme felices; rompo barreras, destrozo corazones, sueños e ilusiones. No me ahogo en lágrimas que no me pertenecen aunque en la desventura son mías; son por mi.
Oh! ojos; no me miréis, no delatéis la calamidad de mi alma, que quiero silenciar mis pasos y  postergar mi muerte ante la dicha de encontrarte.

Date la vuelta y mírame. Déjame ser yo y no ser otro. De quererme como soy, aunque me cueste tanto.
No me asustaré de lo que vea, porque al fin y al cabo.
Me he hecho a mi mismo.

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