04 diciembre 2003

Hoy ha sido un día sin mucho trabajo. Por la mañana he tenido que arañar los minutos de una hora, intentando alargar los segundos sin conseguirlo, pero todo ha acabado resolviéndose; luego tranquilidad absoluta. De hecho me he pasado toda la tarde subida a una noria, que no es la mía... Me enganché en la barquilla de arriba y tuve que recorrer todas las demás para llegar a alguna conclusión. Creo que estoy más perdida que antes, hay demasiados personajes en esta historia, (necesito un árbol genealógico, como en la familia de los Buendía), demasiados engaños, demasiadas lágrimas que quizá no deberían ser vertidas (pero, quién soy yo para juzgar), demasiados sentimientos en juego. Nadie dijo que las relaciones fueran sencillas entre personas de distinto sexo; entre personas de igual sexo. Nadie dijo que vivir fuera fácil, no te dan el libro de instrucciones cuando llegas, has de apañártelas solo. Seguiré leyendo una vida que no es la mía, seguiré pensando que siempre habrá buenos, que siempre existirán malos y que los primeros son los que siempre sufren más. Será que el leer a los demás nos hace darnos cuenta de nuestra propia realidad, de lo que nos falta, de lo que nos llena, de que el dolor de los sentimientos, a pesar de las décadas, siempre nos hace sufrir. Hace unos días vi Juana la loca; como ella decía ¡¡¡loca de amor!!! ¿hay peor locura que sufrir por un amor no correspondido de igual manera? NO, no debe existir cosa peor. En fin... que me dejo llevar... Sólo ánimo... de todo se sale y todo se supera, con tiempo, con dolor, con alegría. Si te bajas de la noria... significa que estarás muerto.

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