13 noviembre 2003

Siento que deje mil roces de piel llenando un vaso, presentí miles de gotas en un suspiro, recordé que imprimí las huellas de mis pies en una playa lejana y olvidé entre jirones de niebla los besos dormidos. Olvidé llamar a tu puerta y mis nudillos se postraron de nuevo en la memoria, de la madera lacada, de una entrada cerrada. Sonidos que llenaban el día, la noche, la madrugada ensangrantada... vuelvo a ser yo; pintada en esbozos de sanguina, trazados de forma torpe, me faltas. Me falta tu mano moldeando las formas, los pensamientos, la vida. Pero sé que estoy ahí. Sé que soy algo que se esconde entre palabras, entre deseos. Sé que exito y con eso me basta.

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